La torre de Prendes se construyó entre los siglos XII y XIII; aunque según algunos expertos pudo levantarse sobre otra anterior de las construidas durante el reino de Asturias para defender la costa de los ataques de Vikingos y piratas del sur, o incluso puede que sus cimientos sean aún más antiguos de la época del Imperio Romano. No se trata de una torre de un señor local hecha por una cuadrilla de obreros que tanto hacían una casa, que una cuadra, como levantaban una torre.
Su diseño desvela la mano de un maestro de primer orden en el arte de la arquitectura militar de la época gótica. Esto se puede ver con facilidad en las numerosas saeteras que cubren todos los ángulos y diseñadas de tal forma que los defensores podían disparar sin estorbarse unos a otros. Parte de la torre se encuentra en la actualidad enterrada y es casi seguro que las defensas se completaban con algún foso o empalizada.
La torre estaba preparada para aguantar el ataque de un ejército de la Edad Media, pero en lo que no pensó su creador es que sufriera el ataque de la contaminación. Los sillares se están transformando en arenilla afectados por el mal de la piedra a gran velocidad. A este ritmo no sería de extrañar que partes esenciales del edificio comenzaran a ceder. La torre se encuentra en la actualidad muy próxima a la zona industrial de Aboño, Veriña y el Puerto de Gijón, donde existen centrales térmicas, cementeras y parques de minerales.
